El irónico
Qué ganas de disfrutar de un fin de semana tranquilo, tras la pesadilla vivida en mi casa el domingo a costa de la huelga de juguetes. Estaba todo ya pactado y habían garantizado respetar unos servicios mínimos, pero al final los piquetes hicieron de las suyas. Los piratas de Playmobyl se pusieron farrucos impidiendo a las Barbies ejercer su derecho a jugar. Menos mal que al final llegó un grupo de Bellys y pusieron calma en la disputa.
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