Preguntas sin respuestas
¿Se imaginan si a un abogado no se le permitiera presentar pruebas en un juicio para demostrar la inocencia de su cliente o a un médico se le prohibiera examinar a un paciente para poder realizar el diagnóstico? Pues el mismo sinsentido e incongruencia es lo que nos ocurre a los periodistas cuando acudimos a una rueda de prensa en la que no se permiten preguntas. Lo que antes era algo excepcional, ahora ya es algo cotidiano. El ansia desmedida de un gran porcentaje de nuestros políticos por controlar la información está provocando que los periodistas nos convirtamos en burdos maniquíes.
Leer más