¡Vaya semanita!
Al igual que le pasa a Irene Montero con su regla, yo también he vivido esta semana desde la soledad, vergüenza o la culpa. Los acontecimientos que hemos sufrido me han llevado irremediablemente a mimetizarme con la inigualable ministra. Comenzamos con la resaca del ‘Chanelazo’. Vale que se tirara por tierra la credibilidad del CNI, pero lo que es inaceptable es que ya no nos quede ni el bote salvavidas de Eurovisión. ¿Qué va a ser de nuestras vidas si también se ha deslizado un supuesto pucherazo para que ganara Ucrania?
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