09/01/2022

Navidad de las narices

Por Pedro Lechuga Mallo

Pues ya está. Por fin dejamos atrás a la Navidad de las narices. Hace unos meses pensábamos que la viviríamos con cierta normalidad, pero al final quedará para la historia asociada a ese apéndice que tenemos en mitad de la cara. Los protagonistas de estas fechas navideñas han sido los palitos de los test de antígenos y su travesía por las fosas nasales, regalando unos segundos de intriga y tensión. Esas miradas penetrantes observando si en el test aparecía una o dos rayas, otorgando libertad o arresto domiciliario.

La emoción de la Lotería de Navidad quedó en nada respecto a la lotería de antígenos, para la que conseguir jugar no fue fácil, ya que durante algunos días encontrar un test se convirtió en una aventura. El único consuelo que nos queda es habernos librado al menos de que los test de antígenos anales quedaran en una mera anécdota cuando salieron al mercado, porque entonces las experiencias vividas y el título de esta columna serían bastante escatológicos.

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