16/07/2020

¿Y la vacuna contra la desmemoria y la imbecilidad?

Por Pedro Lechuga Mallo

Cuando analizamos hechos históricos del pasado más o menos reciente, tendemos a sorprendernos y ridiculizar, en algunas ocasiones, la manera en la que los protagonistas reaccionaron ante dichas situaciones marcadas en rojo en el calendario de la historia. Y es en ese momento en el que la hemeroteca desnuda las vergüenzas de la supuesta raza superior del planeta, ya que se supone que en el trascurso de un siglo los seres humanos deberíamos haber evolucionado. Pero lamentablemente es únicamente eso, un supuesto. Así lo certifican las situaciones dantescas e indignas vividas durante los últimos días en nuestra tierra patria, en las que ha quedado patente que casi igual de importante que desarrollar la vacuna contra la Covid-19 es encontrar la fórmula mágica que nos vacune contra la desmemoria y la imbecilidad.

Escondiéndose maquiavélicamente detrás de la excusa de disfrutar de una celebración, cientos de personas se han reído a la cara de la Covid-19 y han faltado al respeto a todas las personas que, desde sus diferentes responsabilidades, han luchado y luchan actualmente contra la pandemia. En un ejercicio de amnesia colectiva e interesada han olvidado que en nuestro país más de 28.000 personas, según datos oficiales y prefiero no ahondar en este tema, han fallecido por un coronavirus que sigue viviendo y matando entre nosotros. Las imágenes vistas en las calles de Pamplona y de Cádiz celebrando, por decir algo, los Sanfermines y el ascenso de su equipo de fútbol a primera división obliga a nuestra sociedad a sentirse avergonzada. Al menos yo lo estoy, aunque no haya participado activamente en esos aquelarres en honor al sinsentido y a la involución humana.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica