03/10/2019

Y la capital de Castilla y León es…

Por Pedro Lechuga Mallo

Para que luego digamos que algunos políticos no aprenden de los errores. Por una vez y para sorpresa de todos están dedicando su tiempo a solventar un problema del que depende el futuro de todos los ciudadanos de Castilla y León y de la propia comunidad autónoma, superando en importancia a temas como el paro, la educación, la sanidad, la igualdad de oportunidades o la despoblación, entre otros. Estamos hablando del pilar fundamental sobre el que se deberían apoyar el resto de derechos y deberes que tenemos como castellanos y leoneses. Es una deuda histórica con todos y cada uno de los habitantes de esta nuestra autonomía que durante décadas no se ha tenido la valentía y el arrojo de acometer. Pero por suerte, algunos de nuestros políticos han antepuesto el bien común a otro tipo de intereses y han actuado con coherencia y lo más importante, con responsabilidad. Por fin han dado un paso al frente dirigentes de altas miras, valientes y conocedores de las necesidades reales de la población. Por fin afrontamos el reto necesario para colocarnos como la locomotora de la economía nacional y ejemplo a seguir dentro de España e incluso en el extranjero. Por fin Castilla y León podría tener una capital.

En más de una ocasión se me ha pasado por la cabeza, pero casos como éste me ratifican aún más en mi idea de que sería necesario que los políticos antes de presentarse a un cargo público tuvieran que pasar un simple test psicotécnico, no digo ya un examen más complejo sobre aptitudes varias porque corremos el riesgo de quedarnos sin muchos candidatos, pero al menos un pequeño cuestionario para saber si pisan el mismo terruño que usted y yo. Se me ocurren muchos adjetivos para calificar el sainete de querer designar ahora una capital de Castilla y León, pero como estamos en horario infantil me los guardo y únicamente voy a referirme a esta broma de mal gusto como una ‘frikada’.

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