20/07/2021

Vivir sin filtros

Por Pedro Lechuga Mallo

Los cánones de belleza son muy volátiles y van dando bandazos según las modas y el paso de los años. Los potenciadores de dichas variaciones son múltiples, siendo muy difícil en muchos casos identificar un origen o hecho específico como causantes de esos cambios, que convierten de un plumazo lo bello en vulgar y lo supuestamente poco agraciado en un exponente máximo de la belleza.

Desde hace unos años las redes sociales y los filtros de varias aplicaciones y de los propios teléfonos móviles han favorecido el protagonismo de una belleza irreal. No seamos ingenuos, las redes sociales son en su mayor porcentaje un escaparate en el que mostramos a amigos y enemigos una vida idílica, en la que no hay casi espacio para los días grises que todos, sin excepción, tenemos. Nuestro aspecto físico juega en todo esto un papel capital, topándonos un día sí y otro también con imágenes de personas conocidas, que debido a la utilización de filtros y retoques pasan a ser desconocidas.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.