05/09/2021

Sin novedades

Por Pedro Lechuga Mallo

Ingenuo de mí. Pensaba que tras un mes desconectado del mundanal ruido y de esta cita semanal, algunos de los problemas que nos acechaban se habrían solucionado o al menos se habrían dado pasos firmes para ser solventados. Pero no, tenemos los mismos e incluso alguno de ellos más agravado.

Me iba de vacaciones registrándose un nuevo récord en el precio de la luz y un mes después, esos dígitos ya son historia para mal. Hemos entrado en efecto suma y sigue, sin saber dónde estará el límite. Más que la subida en sí de la factura, lo que me indigna es la tomadura de pelo por parte de los que tendrían que intentar solucionar este problema y de los que en su tiempo, cuando pudieron hacerlo, miraron para otro lado. El bombardeo de mensajes totalmente contradictorios e intencionados ha conseguido lo que pretendían, generar tal confusión entre la población que realmente ya nadie sabe la causa del problema y los culpables de la situación actual. Lo único que sí ha calado es que las eléctricas son supuestamente los demonios a los que hay que combatir. Si esto es así, entonces cómo se explica que decenas de políticos, incluidos presidentes del Gobierno, ministros y secretarios de estado, se han beneficiado durante décadas de las puertas giratorias del poder que les hicieron desembarcar en empresas del sector. Juzguen ustedes mismos.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.