02/08/2022

Politizando la justicia

Por Pedro Lechuga Mallo

Lo único gracioso del asunto que hoy traigo a esta columna es escuchar cómo no pocos tertulianos se traban al decir la palabra ‘desjudicializar’. Un término que ha ocupado muchos minutos en los medios los últimos días tras algunas declaraciones de representantes públicos que pretenden vendernos la necesidad imperiosa por el bien común de ‘desjudicializar la política’. Un mantra que nos están intentando colar precisamente los políticos, que son a quienes parece que no les agrada que la justicia haga su trabajo, que no es otro, que vigilar que se cumpla la ley.

Aunque sea de perogrullo, parece que es necesario recordar una vez más que la vía para desjudicializar la política ya existe y no es otra que los políticos cumplan la ley. Aunque parezca un juego de palabras no lo es, pero en lo que deberían destinar sus esfuerzos nuestros dirigentes públicos es en no politizar la justicia. Un empeño al que unos y otros y los de más allá dedican gran parte de su energía, eso sí, según si la decisión judicial es favorable o desfavorable. Cuando la justicia da la razón a los tuyos y a tus posicionamientos entonces se aplaude la decisión de ésta y se remarca la imparcialidad de la justicia. Pero cuando de un juzgado sale una sentencia que deja en evidencia las vergüenzas de tus compañeros de partido, entonces es cuando pones en duda la independencia de la justicia señalando si el juez este o aquel es conservador, progresista o qué sé yo. Y me da igual que hablemos de la Gürtel, de la Púnica, del ‘procés’, del caso de los ERE en Andalucía o de cualquier otro escándalo. La reacción es lamentablemente siempre la misma.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.