18/04/2019

Ley electoral vs. interés informativo

Por Pedro Lechuga Mallo

No es la primera vez, ni tampoco será la última, en la que los debates electorales y la Ley Electoral sean nuestros compañeros de viaje en esta columna que compartimos usted y yo cada semana.

Eso sí, es triste que nuestra querida Ley Electoral sufra también el síndrome bisiesto y sólo nos acordemos de ella cada cuatro años, salvo en las raras excepciones en las que el inquilino de la Moncloa no tiene más remedio que bajarse o subirse los pantalones, según el caso. Aunque en honor a la verdad, para subírselos primero ha tenido que bajárselos, así que… Y no es bueno que sólo nos acordemos de la Ley Electoral cuando nos encontramos ante las puertas de unas elecciones, ya que esto quiere decir que durante los años que hemos dejado atrás tanto políticos como ciudadanía la hemos guardado en la carpeta de ‘spam’ del ideario colectivo, para llegado el momento volver a recuperarla y alabarla y criticarla por igual, pero eso sí, a la misma ley que archivamos en su momento.

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