30/04/2022

La vamos a echar de menos

Por Pedro Lechuga Mallo

Existe un dicho muy manido que dice que sólo valoramos las cosas en su totalidad cuando las perdemos. Esta reflexión se puede aplicar a múltiples escenarios, uno de los cuales tiene relación con el próximo martes 3 de mayo. En esta fecha se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. No se equivoquen, esto no es un burdo ejercicio de corporativismo, ya que lo que nos jugamos todos en este asunto, no solo los periodistas, es mucho. Mi contundencia al respecto se fundamenta en que uno de los pilares básicos de cualquier sociedad democrática es la libertad de prensa.

Me enerva tener que reconocerlo, pero lo están consiguiendo. Aquellos a los que les molestamos los periodistas han logrado inocular en la sociedad la idea de que no somos necesarios, que carecemos de credibilidad y que sólo respondemos a intereses particulares. Las campañas de desprestigio de las que somos víctimas están funcionando y ya un gran porcentaje de la población ha dado la espalda al periodismo. Lo más extraño de todo esto es que no tenemos que ir a una novela de ciencia ficción para imaginarse cómo es una sociedad sin libertad de prensa. Sólo tenemos que fijarnos por ejemplo en China o en Rusia, donde recientemente se han tomado medidas para tapar la boca a los pocos medios de comunicación no gubernamentales que existían.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.