30/04/2020

La que se avecina

Por Pedro Lechuga Mallo

Miren que intento buscar la versión humorística o picaresca a lo ocurrido el pasado domingo en muchos puntos de la piel de toro llamada España, aunque visto lo visto haríamos mejor llamándola piel de borregos, pero no consigo encontrarla. Quizás mi sentido del humor ya esté bajo mínimos y lo que unos ven como un ‘meme’ gracioso, el que les escribe lo interpreta como una fotografía nítida de un país de pandereta y de jetas.

No soy capaz de digerir que con más de 23.000 fallecidos a nuestras espaldas y tras estar todavía inmersos en una crisis nunca vivida por los que todavía respiramos, pueda haber miles de personas que actuaran de una manera tan irresponsable y egoísta el día en el que los niños podían volver a pisar la calle. Una jornada que debería haber sido aprovechada por todos los progenitores para inculcar en sus hijos el sentido de la responsabilidad y el respeto hacia las normas y, más importante aún, hacia el resto de las personas con las que conviven, ha sido empleado por no pocos descerebrados para demostrar la bajeza moral y ética que atesoran.

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