08/06/2024

Imbéciles digitales

Por Pedro Lechuga Mallo

Llevo tiempo queriendo desahogarme sobre la imbecilidad en la que hemos caído a cuenta de los móviles y el enganche que tenemos a las dichosas pantallas. No hace falta ser un experto observador para ser testigo en el día a día de conductas, protagonizadas por seres humanos, que demuestran que estamos abocados a la desaparición como especie más pronto que tarde.

La aprobación esta semana del anteproyecto de ley de protección de los menores en los entornos digitales me sirve de excusa perfecta para hablar de la dependencia enfermiza que tenemos tanto adultos como niños a las pantallas. A menor edad más desprotección, pero los años tampoco te garantizan nada, ya que los adultos somos también yonkis digitales. Y esto tiene un daño colateral no baladí, que es que por muchas normas que los gobiernos impongan a las tecnológicas, si los padres estamos enganchados a las pantallas, difícilmente podremos aplicar estrategias para que nuestros hijos no se conviertan en esclavos de esa misma droga. Voy a detenerme en dos situaciones vividas recientemente en primera persona y que me provocaron un ‘Almodóvar’, es decir, me pusieron al borde de un ataque de nervios.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.