07/10/2023

Hipocresía mundialista

Por Pedro Lechuga Mallo

El fútbol no es una ciencia exacta y me atrevería a decir que sí es jodidamente caprichoso. Lo es tanto a ras de césped como en los despachos. Hace mucho tiempo que el fútbol dejó de ser únicamente un deporte. El balón sigue siendo redondo, pero todo lo que le rodea se ha ido contaminando de los males que acechan al mundo en el que vivimos, donde la violencia, la corrupción, la manipulación y el poder del dinero son titulares indiscutibles.

Con el revuelo que tenemos en el fútbol patrio, del que creo que sólo podremos conocer toda la verdad pasado el tiempo y con cierta perspectiva, huyendo del revanchismo y de las medias verdades y mentiras a medias, va la FIFA y comunica que España albergará el Mundial de 2030. Bueno, para ser exactos la cita mundialista se celebrará en España, Marruecos, Portugal, Argentina, Paraguay y Uruguay.

Cuando se comunicó que íbamos de la mano de Marruecos para intentar conseguir el Mundial, ya junté unas cuantas palabras en esta columna para compartir mi desilusión por el compañero de viaje elegido. Bien es cierto que, tras tener que comernos el Mundial de Qatar, ya nada puede extrañarnos.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.