16/01/2020

El semental ‘Contradicción’

Por Pedro Lechuga Mallo

No voy a ser yo el que niegue los beneficios que aporta cambiar de opinión en algún tema concreto. Esto demuestra que no siempre se posee la verdad absoluta y que de vez en cuando nos equivocamos. El problema surge cuando un día sí y otro también variamos radicalmente nuestro parecer. Entonces ya no estamos ante el honorable hecho de rectificar una idea o pensamiento, sino ante la detestable, repulsiva y burda mentira. Quizás siempre haya existido la actual manía compulsiva de nuestros políticos por huir de la coherencia, pero la hemeroteca de hoy en día, apoyada en las nuevas tecnologías e Internet, permite sacar las vergüenzas de unos y otros en pocos segundos.

Lo más patético no es mentir, sino además intentar mutar en cualidad el ‘cabalgar contradicciones’, como una vez dijo nuestro flamante vicepresidente galapagueño. Pero ojo, no cabalga sólo él a lomos del semental ‘Contradicción’, sino acompañado por la inmensa mayoría de los jinetes del picadero de la Carrera de San Jerónimo. Claro que todos vivimos con contradicciones, muchas de ellas sufridas en silencio, pero el problema aparece cuando nos subimos al púlpito y pretendemos sentar cátedra públicamente sobre algo, afeando alguna acción de otros y luego nosotros hacemos lo mismo que previamente habíamos criticado. Y en esto, me tienen que reconocer que nuestros políticos actuales son expertos.

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