27/11/2021

El cuento del toro

Por Pedro Lechuga Mallo

En una reciente escapada a tierras lusas llamó mi atención una figura que vi encerrada en unas vitrinas del Palacio de la Bolsa de Oporto. Nada más verla mi memoria retrocedió unos cuantos años para recordar el ímpetu y la bravura con la que supuestamente caminaba la entidad a la que representaba ese toro, que no contento con pasearse por el terruño leonés se animó a pavonearse por toda la península ibérica. En ese mismo momento supe que ese hallazgo inesperado se merecía una columna, aunque sin fecha fija marcada en el calendario. La manifestación celebrada en León esta semana en contra de los nuevos despidos de Unicaja bien se merece un pequeño ejercicio de memoria histórica.

Erase una vez una provincia en la que la sensación de entrar a trabajar en Caja España era prácticamente idéntica a la de conseguir una plaza pública. El presente y futuro ya estaba garantizado, aunque el paso del tiempo nos ha demostrado que ese pensamiento era un craso error. Érase una vez una provincia en la que la Obra Social de dicha entidad repartía el maná a diestro y siniestro, inyectando ayudas económicas a todo tipo de proyectos e iniciativas. Erase una vez una provincia en la que Caja España era León y León era Caja España.

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