29/10/2022

Adiós al humor y a la ironía

Por Pedro Lechuga Mallo

Vamos echando la trapa a una semana que empezó de la peor manera posible en tierras leonesas. El lunes nos despertábamos con la noticia de la muerte de nuestro Lolo. Y utilizo ese ‘nuestro’ porque creo que es el sentimiento mayoritario de los paisanos que moramos en el terruño leonés. En mi primera reacción pública en redes sociales tras conocer su muerte decía que se nos iba un PERSONAJE en mayúsculas. Días después sigo pensando lo mismo y así lo haré hasta que vuelva a disfrutar de su humor e ironía al otro lado, el día que me llamen a filas.

Tengo que retroceder varias décadas para recuperar mi primer recuerdo que tengo de él. Cuando era niño de vez en cuando acompañaba a mi padre a la sede de La Crónica de León, ubicada en Avenida de la Facultad de la capital leonesa. En aquellos años Internet no estaba ni se le esperaba, por lo que en ocasiones mi padre aprovechaba viajes a León para entregar noticias y carretes de fotos con imágenes de lo que acontecía en el sur de León, donde ejercía de corresponsal. Y sí, en alguna de esas visitas tengo el recuerdo de haber coincidido con él. Con el paso de los años esos encuentros fortuitos se fueron convirtiendo en diarios, cuando un día sí y otro también disfrutaba de su oda humorística en el periódico. Quién le iba a decir a ese chaval de pueblo que años después, iba a tener la suerte y el honor de ser vecino de hoja de Lolo en La Nueva Crónica.

Lee aquí el artículo completo publicado en La Nueva Crónica.